Si tienes un dispositivo móvil, como un teléfono, una tableta o un reloj inteligente, seguramente sabes lo que es una tarjeta SIM. Se trata de ese pequeño chip de plástico que insertas en tu dispositivo para poder acceder a los servicios de telefonía e internet de tu operador. Pero ¿sabías que existe una versión digital de la tarjeta SIM que no requiere ningún chip físico? Se llama eSIM y en este artículo te explicamos qué es y cuáles son sus diferencias con la SIM tradicional.
Las principales diferencias entre SIM y eSIM son las siguientes:
- Tamaño: La eSIM es mucho más pequeña que la nano-SIM, lo que permite ahorrar espacio y facilitar el diseño de los dispositivos.
- Formato: La SIM es un chip físico que se inserta o se extrae del dispositivo, mientras que la eSIM está integrada en el propio hardware del dispositivo.
- Activación: La SIM requiere cambiar el chip físico cada vez que se cambia de operador o de dispositivo, mientras que la eSIM se puede activar y desactivar de forma remota mediante un código QR o una aplicación.
- Flexibilidad: La SIM solo permite tener un perfil de usuario por tarjeta, mientras que la eSIM permite tener varios perfiles de usuario en el mismo dispositivo y cambiar entre ellos fácilmente.
- Seguridad: La SIM se puede perder, robar o dañar con facilidad, mientras que la eSIM está protegida dentro del dispositivo y se puede bloquear o borrar de forma remota.